En algunas clases en las que hemos asistido como alumnos se nos ha instado a pedalear hacia atrás para calentar o bien al final de la clase para enfriar. El American Council on exercise (ACE Fitness) en la University of Wisconsin–La Crosse, liderado por el doctor John P. Porcari realizaron un estudio para determinar las principales diferencias en el campo fisiológico y en estímulo electromiográfico al pedalear hacia delante o hacia atrás.
El estudio
El estudio se realizó con dieciséis voluntarios sanos (8 hombres y 8 mujeres) se utilizaron como sujetos para dos estudios diferentes.
El primer estudio evaluó las diferencias en Frecuencia cardíaca, consumo de oxígeno Vo² y consumo de calorías pedaleando en ambos sentidos de marcha. Se realizó una sesión de práctica en la bicicleta para que los participantes se habituaran y para determinar la carga de trabajo que se podía utilizar en la prueba.
Para cada sujeto, las cargas de trabajo se seleccionaron según el rango de esfuerzo percibido utilizando la escala de borg en los valores 11, 13 y 15 en la escala del 6-20 mientras pedaleaban en sentido normal de marcha. Se realizaron 6 series de 5 minutos, con dos minutos de descanso entre series, tres pedaleando en sentido normal y tres en sentido contrario, con una pausa de 10 minutos entre cambios de dirección. La mitad de los participantes pedalearon primero hacia delante y después en sentido contrario y la otra mitad primero lo hicieron en sentido contrario y después en sentido normal.
La frecuencia cardíaca se midió cada minuto y el consumo de oxígeno de forma contínua durante toda la prueba.
El segundo estudio trataba de determinar las diferencias en activación muscular al cambiar la dirección del pedaleo. Se hicieron las mismas pruebas que en el primer estudio pero esta vez se midió la actividad electromiográfica en 8 músculos de las extremidades inferiores: tibialis anterior, gastrocnemio, vasto medio, vasto lateral, recto femoral, bíceps femoral, semitendinoso y glúteo mayor.
Los datos se recogieron cada 20 segundos.
Los resultados
En el primer estudio no hubo diferencias entre hombres y mujeres. En general, hubo un ritmo cardíaco mayor (8 BPM) cuando se pedaleó en sentido contrario, comparado a pedalear en el sentido normal de marcha. El consumo de oxígeno y calórico fue también algo mayor en el pedaleo en sentido contrario.
Tabla1: Resultados fisiológicos.
Delante 11 |
atrás 11 |
delante 13 |
atrás 13 |
delante 15 |
atrás 15 |
|
FC |
119 | 126 | 135 | 143 | 152 | 161 |
Vo² |
20.5 | 22.0 | 25.3 | 27.7 | 27.7 | 27.7 |
Kcal |
7.3 | 7.8 | 9.0 | 9.9 | 11.0 | 11.8 |
Cuando los partcipantes pedaleaban en sentido contrario la carga de trabajo subió 11.5, 13.9 y 16.5, esto quiere decir que la sensación que tenían los participantes es que trabajaban más duro cuando pedaleaban hacia atrás incluso siendo las cargas de trabajo idénticas. Al igual que en el estudio 1, no hubo diferencias entre hombres y mujeres. Si bien no hubo diferencias notables en estimulación muscular en la mayoría de músculos, hubo tres en los que si hubo una mayor estimulación muscular durante el pedaleo en sentido contrario, y fue en los tres músculos que probamos en el cuádriceps.
El vasto medio un 17.5% de mayor activación muscular, el vasto lateral +11.1% y el recto femoral un +13.1%. Esta mayor activación fue consistente durante toda la prueba.
¿Es seguro?
Hay algo de controversia en este tema, pero la respuesta más adecuada es que depende de la bicicleta y de la forma en la que lo hagamos. En una bicicleta de piñón fijo, si estamos pedaleando hacia atrás y tratamos de parar el pedaleo haciendo fuerza puede ser suficiente para sufrir una lesión en el cartílago o en el menisco. Pedalear del revés también podria contribuir a aflojar la tuerca que sujeta tus bielas, ya que su rosca va en el sentido contrario de la marcha para evitar que se afloje. Podríamos decir que en una bicicleta de spinning no es seguro al ser de piñón fijo. Gracias a este estudio sabemos que en la parte fisiológica no hay ningún problema.
Conclusiones
Este estudio demuestra que el pedaleo invertido sobre la bicicleta requiere un mayor de consumo de oxígeno, tiene un mayor gasto calórico y quema más calorías que el pedaleo en sentido normal. También demostró una mayor activación en los músculos del cuádriceps y una mayor sensación de trabajo en los participantes. Los autores del estudio creen que debido a estos cambios en activación muscular, incorporar de vez en cuando unas series de pedaleo en sentido contrario puede ser beneficioso, ya que una mejora en la musculatura del cuádriceps puede también ayudarnos a mejorar la potencia de nuestro pedaleo y hacer que pedalear hacia delante nos parezca mentalmente mucho más fácil.
Ángel Mesquida es un instructor de ciclo indoor certificado por Les Mills y Schwinn desde el año 2010. Apasionado del fitness y el mundo de internet en general, dedica el poco tiempo libre que le queda a la lectura y a sus proyectos personales. Empezó en el ciclo indoor de casualidad, y poco a poco creó la primera comunidad de ciclo indoor en Español, anteriormente llamada forospinning.com y desde 2010, foroindoor.com