Roturas fibrilares

«Las roturas fibrilares se caracterizan por la aparición de dolor repentino, agudo e intenso »

Como su nombre indica son roturas del tejido muscular de mayor o menor extensión dependiendo su gravedad del músculo al que afectan. Puede ocurrir en cualquier músculo aunque suelen relacionarse con los movimientos más frecuentes en cada práctica deportiva determinada. También se asimilan, coloquialmente a los llamados tirones musculares.

SINTOMATOLOGÍA

La sintomatología se caracteriza por la aparición de dolor repentino, agudo e intenso, remedando a una puñalada y localizado en un punto muy concreto. Desde el momento en que se produce resulta muy doloroso, soliendo impedir cualquier movimiento con el músculo afectado.

CASOS

En los casos leves (roturas pequeñas), el dolor es la única señal. En casos más graves con desgarro de todo un músculo, aparece también un hematoma (colección de sangre) bastante aparatoso, debido a la hemorragia interna. Si el dolor llegara a ser muy intenso puede aparecer mareo y sudor frío.

CAUSAS

Las causas generales son contracciones violentas del músculo, o estirones súbitos y bruscos. También se puede producir cuando se somete a éste a una carga excesiva cuando está fatigado o no se ha calentado lo suficiente.
Los músculos que han sufrido recientemente lesiones de cualquier tipo, que aún no están curadas del todo, tienen también bastantes posibilidades de sufrir una rotura.
Causas externas, como golpes o caídas, también pueden originar esta lesión. Cuando se suda mucho en ejercicios prolongados los músculos van perdiendo elasticidad al deshidratarse, por lo que aumentan las probabilidades de sufrir tirón.
Si se tiene una rotura o elongación lo primero que hay que hacer es parar la actividad, descansar unos días y seguir estos consejos:
  • Se debe en primer lugar, aplicar hielo o compresas frías sobre la zona dolorida durante unos 10 ó 15 minutos.
  • Luego debe colocarse un vendaje compresivo alrededor del músculo afectado. Después de unos 20 minutos se quita el vendaje, se deja descansar 5 minutos, y se vuelve a poner. No se debe aplicar calor durante los primeros días de la lesión, hay que dejar que la herida cicatrice.
  • La mejor prevención es calentar adecuadamente el músculo sin prisas, hidratarse antes durante y después del ejercicio y utilizar la técnica deportiva de la forma más correcta posible.

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